San Pedro Chenalhó, Chiapas.-Diversas organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos condenaron enérgicamente el ataque armado registrado el pasado domingo 8 de junio en la comunidad tsotsil de Tzajalch’en, municipio de San Pedro Chenalhó.
De acuerdo con información difundida por la mesa directiva de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, los hechos ocurrieron mientras un grupo de sus integrantes sostenía una reunión en el domo de la comunidad. Testigos relataron que los disparos provinieron desde la carretera cercana, presuntamente realizados por civiles armados que se trasladaban en tres vehículos. Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas.
Tras la agresión, las fuerzas de seguridad acudieron al lugar, aunque los responsables ya se habían dado a la fuga. Según la denuncia pública firmada por miembros de la directiva de Las Abejas: Victorio Santiz Gómez, Juan Gabriel Vázquez Vázquez, Manuel Gómez Ruiz y Elías Pérez Sántiz, la situación generó temor entre la población, especialmente entre niñas, niños y personas mayores, quienes temen transitar por las carreteras de la zona.
“Condenamos este hecho. Las niñas, niños y ancianos tienen miedo de salir. Pedimos un alto a los ataques”, expresaron en su comunicado. Recordaron que la comunidad Tzajalch’en celebró el pasado 30 de abril su 50 aniversario y que desde 1994 se constituyó como Campamento Civil por la Paz, en el marco del conflicto armado en Chiapas.
Los representantes señalaron que pese a las denuncias realizadas en años anteriores por la creciente inseguridad, las autoridades han incurrido en omisiones, permitiendo un clima de amenazas e intimidaciones. Agregaron que en los días previos al ataque, personas armadas talaron árboles para bloquear el camino que conecta a las comunidades de Tzanembolom y Cruzton, lo que consideran parte de una estrategia de hostigamiento.
La mesa directiva de Las Abejas de Acteal hizo un llamado urgente a los defensores de derechos humanos, organizaciones solidarias y sociedad civil en general a no dejar sola a la comunidad de Tzajalch’en.
“No queremos más asesinatos, no queremos más mártires. Pedimos su voz, su fuerza y su acompañamiento para exigir a los gobiernos actuar con justicia verdadera. La vida de nuestras hermanas y hermanos están bajo amenaza”, concluyeron.